Desaliento

*

Me queman inquietas las entrañas

de este dolor ciego que muerde como fuego.

Te conocía, siempre supe como eras...

y sin embargo te acepté como venías.

**

Eras amor loco, todo incendio,

ilusiones entrañables de un instante,

escepticismo, travesura y luna rota,

y al final, siempre derrota.

**

Eras una estrella que desvela en la noche

con falsas quimeras,

que enamora y ofusca, que besa y entrega,

que promete, avasalla, desprecia...

y airosa,

se escapa disfrazada entre la luz del alba.

**

Y así la viveza perdí,

buscando en ti lo que nunca pudo existir.

Entre dolor y esperzanzas,

entre sueños y despertares deshechos,

malgasté los días, los años y la vida,

despreciando a mi vez,

ese amor que poseía y que no supe ver.

**

Y ahora que el ocaso acecha,

ahora que valoro justamente las derrotas,

la herida sangra con mas fuerza,

quizá porque el fin se acerca...

**

Ahora que el espejo me devuelve una imagen

que no entiendo,

que el dolor es casi dolor eterno,

no sabes cuanto daría por apagar este fuego...

por cerrar un instante los ojos...

y borrar de ti, hasta el más tierno recuerdo.

*

Marie-Ange Bonnevie

Cazilhac, le 06.09.2003