El teléfono
*
Maldito teléfono...
Con rabia y ternura te contemplo,
te deseo y te odio a la vez, según el momento…
me sigues y persigues por todas partes y a destiempo,
y si te olvido en un rincón, no vivo...
pensando que vas a sonar, y que no podré escuchar
tu falsa y monótona melodía de falsa alegría.
*
A veces quisiera perderte,
olvidar de una vez que en vilo me mantienes la vida,
no sentir más tu frío metal congelar la sonrisa.
Y sin embargo...
cuando tibio te tengo pegado al oido y escucho tu voz,
así... suavemente, cariñoso y meloso... sin ruido...
me muero, me deleito...
me disuelvo en placeres siempre inéditos...
*
Yo, que siempre destesté el poderío,
que rebelde nací a todo aquello que me ataba el juicio...
y ahora, entre tus veleidosos hilos tambalea mi destino,
diminuto objeto inestético privado de sentido..
vano instrumento que funciona o no funciona,
según los caprichos del tiempo...
*
Dependiente mercancía de una batería adormecida,
o de inhóspito y desfavorable terreno descubierto.
Y tú, indiferente a cualquier dolor, llamas o no llamas,
y te espero y no te espero... y muerdo los labios en silencio,
y una y otra vez, asustada te miro, te suplico, te acaricio...
y de impaciencia e impotencia,
hastiada de dar tiempo al tiempo,
te lanzo con ira al vacío, y desespero.
*
Marie-Ange Bonnevie
Cazilhac le 28. 06. 2005
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |