Hoy

*

Hoy todo grita a mi alma asustada,

que la vida es ceniza, encendida de escarcha.

Hoy contemplé en el espejo del tiempo,

las canas mezcladas de quiméricas ansías malogradas.

**

Hoy, la ausencia de tus brazos,

esboza un ilusorio abrazo, al impertinente soplo de los años.

Y sentí de nuevo el barro de la vieja herida, desgarrar la vida...

y tu voz se evaporó en la imperturbable fuente del adiós.

**

Hoy, esa distancia que ayer no separaba,

se convirtió en interminable y oscuro túnel inerte,

y tu silencio apagó el corazón,

que tanto tiempo albergó la fábula de tu amor.

**

Ya las lluvias del invierno,

inundan la mente de aquellos únicos instantes bellos,

hoy es el término del desconsuelo.

Las promesas rotas hieren, impotentes...

 los labios hastiados ya no sienten,

y el alma, exhausta, muere.

Marie-Ange Bonnevie

Cazilhac, le 10.11.2002