Los brazos del viento

*

Alejas suavemente tus pasos por la húmeda arena

sin dejar huellas.

Caminas en la esperanza de encontrar tu alma perdida

en los fracasos de la vida.

Vas errando en la noche, sin rumbo ni destino...

¿ no sientes tus cabellos húmedos flotando al viento ?

¿ Ni el frío intenso de la noche penetrando en

la fragilidad del cuerpo ?

 **

Caminas...

tan solo caminas con la mirada vacía=y el corazón

perdido entre sueños. ¿ Acaso está muerto ?

¿ Quien mató tu alma ?

¿ Que tormento borró la sonrisa de tu boca ?

¿ Que mentira, que desdén, que locura,

secaron tus lágrimas ?

 **

¿ Acaso buscas en el lamento de las olas

un nuevo eco al silencio ?

¿ Quizá un refugio en los rudos brazos del viento ?

No pretendas alcanzar la locura en la cordura del océano,

rugen con fuerza loca las olas, pero está cuerdo...

 **

Allá a lo lejos, se adivina el canto de sirenas,

acompañadas de delfines blancos y negros.

No te arriesgues, no te salpiques de agua plateada,

vienen a buscarte, te arrastrarán mar adentro...

 **

Vuelve a tu cama,

duerme niña, llora, canta, ama, sueña de nuevo...

abandona los miedos.

Deja brotar de tus labios suspiros nuevos,

abraza la vida a manos llenas,

embriágate de sonrisas, de rosas,

el sol te espera al amanecer con un beso,

y ese pequeño beso de luz...

será el signo de un mundo nuevo.

*

Marie-Ange Bonnevie

Cazilhac, le 20 février, 2002