Poder, es querer.

*

De poder...

decías una y otra vez : de poder, subiré a verte,

 te avisaré con tiempo y nos pondremos de acuerdo.

No sé si daba crédito a tus palabras,

porque no me sorprendió la conclusión del cuento.

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Deseaba tanto creerte,

que ignoré la razón de lo que era evidente.

El amor me obcecaba,

y aunque la duda por momentos afloraba,

la confianza me prohibía el tormento

de imaginar ideas extrañas.

**

Hoy entiendo que no era cuestión de poder o no poder,

era solo cuestión de querer, ya que poder es querer.

Lo demás son fantasías que engañan a las incautas

que sueñan con imposibles fábulas.

Pero te amaba...

a contrasentido, pero con toda el alma,

y creí en la nobleza de tus palabras.

**

Hoy esas palabras caen sin sentido al vacío,

y se ahogan en un pozo sin luz ni destino.

Hoy ya no confío ni en tu voz, ni en tu supuesto cariño,

de nada sirve pues, amado mío,

que sostengas que "sigues siendo el mismo"

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Marie-Ange Bonnevie

Cazilhac. Le 03. 05. 2004