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Un mundo nuevo.
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Es un mundo nuevo, sin hiel,
un mundo de flores, perfumes y miel.
Nueva, la profundidad del océano, el mar de los sueños.
Límpido el azul del cielo,
sin miedos, traiciones, ni falsos sentimientos.
Un mundo de estrellas, que al iluminar la noche,
inundan el alma de suaves colores.
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Tus dedos son mágicos instrumentos
que al acariciar mi cuerpo,
despiertan sensaciones extrañas,
dulces, sensuales, casi paganas...
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Es un mundo nuevo,
desbordan los corazones limpios de recuerdos.
No existe el odio, ni el dolor, no muere el amor,
la vida es sencilla, bella...
un anochecer, una rosa de papel,
sin color, aroma o sabor,
devolvió poco a poco el aliento a mi voz.
Marie-Ange Bonnevie
Cazilhac le 03. 12. 2001