Destierro

*

Penetra en la sangre esa otra sangre

mancillada por las balas, silbando en el odio inflamado del aire.

¿ No sientes flotar, inerte, el infame soplo del conflicto ?

¿ No oyes como grita el hambre de pan, y derecho del pueblo ?

¿ No te afrenta la fragilidad de esos cuerpos sedientos

de agua fresca, y apacible sueño ?

¿ Donde están las madres de esos infortunados niños ?

¿ Como alentarán sus vidas al cicatrizar

la identidad de sus heridas ?

Que los dejen disponer por si mismos,

si sus rezos deben ir a un Dios que no es el mío.

Que decidan si la miel es más dulce bajo las estrellas,

que frente a una confortable chimenea de piedra.

Que puedan corretear inconscientes por las calles,

sin la amenaza y desventura de la guerra.

Que les concedan, así sea una ínfima parte

de la riqueza que abunda en la tierra.

Que rían, que duerman, que canten...

que festejen, libres de pesares.

Que puedan ser ingenuos infantes

antes de transformarse en azarosos beligerantes.

Marie-Ange Bonnevie

Cazilhac, le 11.04.2003