El cielo en tus sueños

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Fuga de la ira contenida de tanto tiempo

soñando con un ser extraño...

y en el aposento me visitaba el cielo

cuando tus manos reconocían mi cuerpo...

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Bebían tus labios el áspero vino

de los suspiros liberados en gemidos y delirios

siempre nuevos...

en las gotas de rocío de tu piel

saciada de miel y versos.

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Y ese adiós sin adiós que mató el recuerdo

de los días sedientos,

martillea las sienes en los instantes

de fiebre y tormento.

Cuando te vas, cuando no te tengo...

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El cielo en el corazón de mis noches de ensueño.

 El cielo en tus besos, tus miedos, engaños, flaquezas, 

ausencias, misterios...

cuando te vas, cuando no te tengo...

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Y yo muerdo tus miedos,

en ese cielo que descubro cuando te siento.

Cuando me invade la certeza 

de que aún huyendo de lo que es tan nuestro,

 el cielo existe en tu corazón,

cuando me pierdo en tus sueños.

Marie-Ange Bonnevie

Cazilhac, le 31.08.2002