El regalo del tiempo

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Te regalo la inconsciencia de mis tiempos inquietos,

una fragante y delicada flor en el pelo,

y el misterio de la arena ardiente del desierto.

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Te regalo mis traviesas sonrisas de antaño,

y aquellos paradisíacos sueños nuestros,

mis palabras de amor, y el calor de mi cuerpo.

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Te regalo una rosa blanca en una mañana de mayo,

los intensos anocheceres de los años encantados,

y la magia de un cuento, en una noche de cielo abierto.

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Te regalo mis penas de un momento,

el rocío de mis llantos sofocados,

y las heridas huecas que por ti, secaron sin bálsamo.

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Y los insomnios estériles y los deseos acabados...

te regalo tus caricias que ya no turban,

y el jazmin deshecho que ya no exhala de tu pecho.

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Todo tomaste de mi, ¿ recuerdas ?

Y ya que todo te di, que nada subsiste de mi...

todo te devuelvo hoy, intacto,

lo dulce, lo frío, y lo amargo.

Marie-Ange Bonnevie

Cazilhac, le 29. 12. 2003