Falsedad

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Es como esa montaña que piensa que se enfrenta

a una extraña voz, y hace preguntas que no llevan respuesta.

Es lógico que no hablen, si solo son frías piedras,

piedras... ¿ vivas, o muertas ?

Y en esta tormenta de ilusión, solo subsisten el dolor y el temor.

¿ Será que aún caben sensaciones en el corazón ?

Más si la esencia pereció con la verdad a cuestas,

¿ de que sirve que el corazón aún sienta ?

¡ Denunciad la traición !

¡ Llorad las penas ! ¡ Gritad la injusticia !

Que no quede lugar para más dolor en el interior,

que las espinas que hieren el alma,

broten, y sangren, y mueran...

Marie-Ange Bonnevie

Cazilhac le 10. 06. 2003