Mirar atrás

*

El deseo es hoguera y los sentimientos

grandeza y tormento.

Pensé que viajaban unidos cual

gaviota y navío...

 **

“Los dos tenemos ganas y punto”.

Precisas e incisivas palabras,

decididas sin pensar,

que ahogan la fragilidad del alma.

 **

¡ Tanto tiempo anhelando esa llamada

cautiva de esperanza !

¡ Y pensar que mis manos temblaron

de exaltación al escuchar tu voz !

 **

En mi corazón el amor aún ardía, intenso...

mi piel respiraba tu piel, es cierto,

más por encima del deseo, mis labios

bebían sentimientos.

 **

¡ Y solo ofreciste el deseo de un instante perdido

en el tiempo !

Puro deseo falto de amor...

deseo... solo deseo.

 **

Sentí la vergüenza encender las mejillas,

y un fuego indiscreto brotó en lágrimas derrotadas,

arrastrando a su paso, la inocencia de otra época.

 **

 Ardiente fue la herida que atravesó el pecho,

al oír aquello.

Yo te amaba a pesar del tiempo...

daba crédito a la nobleza de tus sentimientos.

 **

Fuego de quimera alumbró la huida de tu afrenta,

fuego de deshecho acompañó mi estólido lloro,

 soplo de desencanto, apagó ese llanto.

**

Por vez primera me invadió la certeza

de haberme equivocado.

En ti no había amor,

solo sentías deseo... deseo, y asfalto.

 

Marie-Ange Bonnevie

Cazilhac, le 04.08.2002