Nada por entregar

 

*

Nada queda por entregar,

Cerradas están las puertas de la dignidad.

ni siquiera sé si aún persiste humanidad,

en este vacío que arrastro por dentro,

profundo vacío paralizado de asco y silencio.

 

*

No sé si es dolor lo que muerde el vientre de repente,

no sé si son lágrimas, la humedad que a veces moja la cara...

solo me concentro en los errores mil veces consumados,

hoy solo advierto de tí, fríaldad y bajeza...

 

*

Y  me muevo con gestos de impenetrable tristeza,

gestos lentos, disfrazados de torpe indiferencia,

gestos repetidos, estáticos, fingidos...

y a mi vez, también miento:

Todo va bien, todo va bien, repito una y otra vez...

mentira, mentira... mentira...

La distancia y el tiempo, cobraron ranzón a la pureza...

perdí el alma en las desordenadas vueltas de la vida,

en la espera y en la farsa, en la vacuidad de la huida...

en la torpeza de entendimiento de cada día,

en tantos años perdidos disimulando alegría y ligereza...

Y quisiera volar, libre, como seres sin afectos,

Como aves ignorantes del amor, del deseo, del peligro...

Pero acaso ellas sienten análogo dolor por los golpes recibidos,

¿ quién puede saberlo?

Yo solo sé que soy una extraña dentro de mi cuerpo.

Pobreza de espíritu, debilidad, credulidad, vanidad y falso juicio,

así me siento... así convivo hoy conmigo...

 *

¿ Y de que forma proseguir camino ?

¿ Como arrancar del pozo una parcela de vigor,

para romper la coraza del hielo?

¿ Como despertar de nuevo sin pesar, a la luz del alba ?

¿ Como sentir placer al calor del sol acariciando mi cuerpo ?

Como mirar tus ojos y decir... así, sin morir de pena,

Ahora te puedes marchar... tu ausencia ya no quema.

 

*

Marie-Ange Bonnevie

Cazilhac le 15. 03. 2005