En los días de lluvia...

*

En los días lluviosos,

apoyaba la cabeza al cristal de la ventana,

mientras el agua golpeaba sin piedad en las heridas.

Y con la mirada algo perdida, 

permanecía inerte, soñando horas y horas,

junto a los glaucos ventanales de su vida,

**

Mezcladas con las ramas empapadas de los árboles,

imagenes del pasado poblaban inevitablemente

sus ojos nublados.

En la calle, indiferente al aguacero,

una niña saltaba charcos, salpicando su ropa de barro,

disfrutando de gozos infantiles, prohibidos y solitarios.

**

Más tarde,

cuando la nena se retiraba a sus serenos sueños,

otras figuras acudían a su mente,

removiendo por dentro,

la fibra más sensible de su cuerpo.

No eran verdades ni mentiras, era simplemente su vida

que desfilaba entre las transparentes gotas

de aquellas aguas inquietas.

**

Luego oscurecía...

y las sombras se interponían entre pasado y presente,

a medio camino entre locura y cordura,

su espíritu se perdía entre dolor y ventura. 

Un paso más hacia el olvido, hacia la indiferencia,

hacia el sereno destierro de los sueños incompletos.

*

Marie-Ange Bonnevie

Cazilhac, le 05. 01. 2005

 

 

 

 

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