Mi tierra

*

En las noches de luna te sueño,

blanca y apasionada tierra mía.

Tierra ardiente de almas dulces y salvajes,

generosas e inocentes.

Rosa quebrada por la miseria sin pudor

del abandono y el dolor.

Doncella de cabeza erguida por el orgullo

de tantos siglos pasados en fasto y oro.

Frágil corazón roto en sombríos días de otoño.

De tu vientre impaciente nació una chiquilla

morena, risueña y serena.

En tus exóticos y apacibles jardines de mosaicos,

se embriagó los sentidos de jazmines y naranjos.

En tus aguas tibias, tranquilas y bravías,

alivió los ardores de tus inolvidables estíos.

Y en tu seno materno cobijó la dicha y el dolor

de su primer amor.

Marie-Ange Bonnevie

Cazilhac, le 29. 03. 2003