Regálame una noche...

*

En un instante de fragilidad, te dije sin pensar,

regálame una noche... ¿recuerdas?

Solo una noche de tí ansiaba,

una noche de amor, de sueño.

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Mi llamada sin respuesta fue la última revelación

al dolor de tu ausencia.

En aquél instante, supe de lo efímero del amor.

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El llanto... ¿ que llanto ? 

Solo es agua salada que resbala por el rostro,

ultrajando la serenidadde la mirada.

Hay que saber despertar del sueño, nada es eterno,

  y ser humano, es fallar sentimientos.

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Pero aunque el desgarro del adiós

sea como conducir la vida a su término,

el horizonte vuelve a brillar una mañana sobre el océano.

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Nada empieza ni acaba, todo continua,

ni inerte, ni nuevo, ni viejo.

El amor es tan frágil como la vida,

y los sueños son solo sueños.

Marie-Ange Bonnevie

Cazilhac, le 03. 12. 2001